Alejandra Herrera Castro “Frágil modernidad”





 

Nuestros lazos dependen de los beneficios netos que se generan. La existencia se reproduce en base a la fragilidad de éstos. La plena existencia de nuestra vivencia es únicamente imágenes crudas y desechas, lo que le sobra a alguien más, lo que dejo de importar y ahora tiene una nueva utilidad dentro de nuestro cotidiano. Dándose entonces como resultado una precariedad legítima de los vínculos.

Es donde entonces se reproduce una sociedad individualista, maquillada de cosas transitorias y cambiante en cada giro, movimiento y empuje de las máquinas conducidas sin descanso por humanos entrenados para tareas sin horario y con altos niveles de esperanza para el puro consumo y desecho. Todo se torna entonces en un círculo eterno de giros, sobresaltos y energía volátil con fines reducidos a la sobrevivencia y satisfacción pasajera de las masas.