Miriam Cabano Pérez "Aire"

 

 

 

 

 

 

 

 

 



 

El interés por la belleza del cabello es el punto inicial del desarrollo de este proyecto fotográfico. El cabello supone en esta ocasión mucho más que la continuación del cuero cabelludo y se convierte en todo un símbolo de vida que protagoniza cada una de las imágenes. Con cierta inspiración surrealista, el rostro humano queda oculto por el juego de formas azarosas y preciosistas constituidas sólo con cabello. El pelo se convierte en una explosión de movimiento congelado.
El resultado es una serie de imágenes que desafían las leyes de la gravedad, que presentan situaciones absurdas, pero con una cierta belleza que consigue atrapar la atención del espectador. Se trata de reinventar el movimiento. Son los momentos congelados los que ayudan a crear la magia y la incertidumbre de esta serie de imágenes. De este modo, la curiosidad y la fascinación persisten en el público receptor.